10 de abril de 2011

Mujer Mayor


Tenías cerca de 67.
Una melena larga hablaba por ella de todo lo que había vivido.
Muchos decían que era una mujer perdida. Sin familia, sin nombre.
No hablaba con conocidos pero, a veces, sí de desconocidos.

Todos los días pedía el mismo trago. Todos los días miraba a través del vaso .
¿Quién esa mujer?, la  no conocía el silencio en su cabeza.

Solía repetir el nombre de Felicidad...Felisia.
Nombre de color, el nombre que de matamiedos.
Nombre que la dañaba, el nombre que la cuidaba.

Hablaba de luces, de fuegos apagados, de risas incesante, de lagrimones inoperantes. De lo que dominaba más allá de su mente, lo que sus libros decían.

Libros que atacaban en la noche. Libros que querían hundirla; pero, a pesar de todo, eran  los  únicos que seguían.

Víctima de las letras.
Victimaria de las hojas.

Como quitó su vida de su vida. Como se alejo de el dolor que nunca entendió.

Es, ella, la mujer que partió hace años hacía otro mundo, sin tener un pasaje de regreso.
Ella prefirió que todos la apuntarán, antes de volver a pisar terrenalidad.
"Mejor volar":- a veces gritaba

Tan ida, pero no triste. Confía,aún, que el próximo  futuro será mucho mejor.
Esa vida que le prometieron cuando tenía 4 años.

La anciana del bar no está tan sola, la acompañan sus razones por las que decidido apartarse.
La anciana no está sola, siempre la acompaña una sonrisa ineludible.
La anciana no está gastada, su bella libertad se fusiona con sus arrugas.
La anciana nunca estuvo perdida si es dueña de un mundo que la cuida.