17 de abril de 2012

The Kills - Midnight boom (2008)




Eres demasiado. Te quiero, maldito.

Estoy al borde de la contención, The Whitest Alive Boy





Es como el cuento de la chica ciega que se enamora del pianista con sólo escucharlo. Aquí paso lo mismo.  No tenía idea quienes eran, que tipo de música hacian,  quien era su productor, pero a penas, escuche  Burning, me fuí a otra.  A otra pero en extremo.

Cuático. Aún recuerdo esa sensación, era emoción, pero emoción sin argumentos, no podía describir  lo que me pasaba, no podía estar quieta y tener mis sentidos puesto en lo que pasaba a mi alrededor,  me daban ganas de bailar lentamente, detenerme a mirar el cielo, andar en bicicleta, muy rápido, y lanzarme en sandboard. Sí, todo a la vez, de una forma, inexplicable, a full pero comodamente lenta.

 The Whitest Boy Alive para mí es una contradicción extrañamente exquisita, que pocas veces en mi vida ha pasado: Erlend Oye en mí NO produce extremos, sólo hay constantes  ir y venires continúos pero nunca un absoluto de emoción. Lo que es grandioso. Me mantengo por primera vezMe siento a un nivel medio de toda emocionalidad, me logro contener. Y cuando estoy a punto de irme a un lado, él,  Oye Erlend, inclina su música para dirigirme al otro.

Cuando suelo escuchar algún comentario de este grupo los denominativos van  por el lado de "oh, súper piolita", "suave", "saben hacer su pega"... "¿son electrónicos?".

Pucha, la verdad, no sé, no completamente por cierto.  Erlend combina y lo hace bien, le gustan (harto) los bajos (como a mí <3.) y no sé, no tiene dramas de ser él la mezcladora de todo lo que se le ocurra. Se me hace un tipo sin prejuicios,  dispuesto a tomar lo que sea para seguir creando sin clasificación alguna.
  
(Estoy escuchando una presentación en vivo y me dan ganas de bailar, gritar y despertar a alguien (son las 4 am) para decir :- "este mino como se le ocurren esto, como puede tener tanto oído, tanta "otra volá" en la sanre", pero aquí me quedo, aquí, escribiendo y haciendo mi oda....)



Me incomoda decir que de  mi boca nunca ha salido un "pero" de sus discos,  lo único que quizá  puedo decir es que escucho sus producciones (Dreams ,2006 y Rules 2009) de forma aleatoria y no ordenada. 
Lo que es  MUY  curioso, es con el único grupo que me ocurre, suelo ser mañosa con el orden de las canciones. No sé si sea bueno o malo pero...trato de salvar esta entrada con algo de una aspiracional objetividad.




15 de abril de 2012

Hueones por todos lados.Soy la principal


No sentía  pena, ni rabia, no estaba deprimida, ni nostálgica, ni siquiera  era  causa escondida del semblante de indiferencia que me dominaba en ese momento. Lo único cierto era que me daba lo mismo. Eran las 8, con algunos minutos, de la mañana había sido una noche prototipo de carrete universitario, muchos pendejos hueones encerrados en el departamento de un compañero que a penas sabía su nombre con sólo el afán de emborrachase, para escribir, a las horas siguiente,cuando estuvieran mejor, en alguna plataforma masiva: "lo que paso anoche, se queda ahí, perro", "cuático anoche, hahaha", "tenemos que repetirlo, ¡distorsión máxima!", mientras que subían fotos besando una botella de alcohol  (sólo si este era de una marca prestigiosa) o mostrando sus vasos hasta el raz. 

Hueones. Hueones ellos, hueones todos. Gente imbécil y limítrofe en todas partes pero sobre todo yo por insistir en ir  a esas mierdas, por dármelas de tolerante,de mes en mes, e ir a actuaciones tan repudiablemente vergonzosas. No sé porque, en alguna época del año, me daba por insistir en encajar en esos actos tan populares y motivantes de mis pares. 

No aguanté más. No quise tampoco, a las únicas personas que respetaba en esas fiestecita les avisé que mi iría, que "me sentía mal", "que mañana  tenía, además, que levantarme temprano". Una insistió en que me quedará pero a penas le dí un vaso de piscola se calló, las otras estaban tan rajas que me decía "te quiero, hueona."

Eran cerca de las 7 la mañana, en pleno estacional otoñal de Viña del Mar, la ciudad más popularmente "quiero ser cuico" de Chile, en el sector turístico, de Avenida San Martin.  No tenía sueño, no quería volver a casa, no quería pensar, no quería ver de nuevo a la tropa de energúmenos que se encontraban en ese edificio.

 Hacia mucho frío, de hecho, me congelaba, mis nudillos estaban rojos y ardían, revise mi cartera y habían  7 lucas, lo que calculando con mi poca cabeza numérica, estaba salvada y podía beber un café en la cadena del logotipo verde en que todos se sacaban fotos y me alcanzaba pa' la micro. Una snob. Una, guena, chilena más.

Tome un muffin de arándanos (no había de chocolate) y pedí un latte alto con mucha espuma de leche, el tipo que me atendió era cercano a mi edad,quizá,dos o tres años más, simpático, con esa energía, patética, renovante de un día bueno, un robot de la empresa, un estómago hambriento del capitalismo, un apatronado más del sistema. Pensé. Y luego me reí por las denominativos anarquicos,cheguevaristas (pero no mentirosos) que repentinamente me inundaba...no tenía derecho, acababa de estar en un espacio lleno hueones con smartphones con sistemas operativos aspiracionales que no sabían sacar su mayor provecho, había entrado a starbucks pero me iría en micro a casa. Estaba en un sector residencial pero de una ciudad snobista de un país tan wanna be como es Chile. La idiota, aquí, era yo.

  "¿Quieres más espuma de leche?" Acepté. " siéntate donde quieras te llevo de inmediato el vaso". 


Lo miré de nuevo, me pregunté, porqué no conocía a gente como él. No sabía si era un idiota con cara de "niño trabajador" pero, a lo menos, podía contar otras cosas de lo que todos esos bastardos cuentan, dicen, hablan y, pf, creen que piensan. 


También debería ser así, hacer algo, no quejarme, no hacer la hora para llegar más tarde a casa.







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6 de abril de 2012

La general soledad.

Esa sensación repentina de soledad vacía (y no sólo soledad) debe ser de los peores ataques no notorios que le ocurren a la mente.

La soledad por opción es exquisita pero su desgarradora hermana gemela realiza un susurro que, de un segundo a otro, aborda toda la mente, ese, que  ayuda a percatar el real  peso de:-  "no hay sentido si estoy solo". 
Es un ataque imposible de eludir, sin herramientas para defenderse, hace "click" para que los ojos de la percepción por primera vez puede sentir la macabra combinación:

 soledadvació (que inunda (y no que rodea)) + de forma imprevista + sin testigos del bombardeo de ideas =  a una de las sensaciones más incómodas que tienen por finalidad un malestar compungido.

Y entiéndase 'malestar compungido'  a la falta de aire, al no estar presente, al pensar que tus planes les falta contenido para alcanzar lo que está en las ganas, al temer porque los deseos son sólo parte de una mentira, llamada sueños. 

Gracias a los buenos resultados que otorgó el clásico pero eliminador plan de ataque de la-  general-soledad, está decidió que bombardearía el resto de la noche para terminar,de una vez por todas, con su zona de enemiga, mi mente (...)

Nunca logré encontrar el origen de esa venenosa formula,  ni comprendí  la continuidad de estar tantas horas hiriendo si la  batalla estaba ganada, tampoco, logré razonar las causas de sus ataques. Jamás me enteré de sus razones o motivos de su actuar. Nunca la odié, solo le temía, a veces la deseaba pero, más que todo, la admiraba.  Sí, me era imposible no idolatrar, a lo menos, su calidad de ejecutar tal incomodidad que llevaba a apagarme. 

Era fuerte, metódica y analítica, conseguía lo que quería. Ella tenía claro que las batallas ganadas son las guerras que se logran, no me dio tregua, "nada personal me dijo, pero es lo que debo hacer", entonces, fue ahí, cuando rompió al enemigo, me partió.

Y a pesar de que duele, soledad es elegante, prudente, pulcra. Una artista destrozando(me).