18 de abril de 2016



Nunca he sabido si se me quebró el corazón o sólo desapareció -a lo menos- una parte. Lo que sí sé es que al compararme duele, duele mucho. 

Sé que es lo que hubieras hecho- o quiero creer- no sé. Cuando escucho ciertas frases de madres, lógicamente, te escucho, mamá. 

"En lo único que puedo ayudarte es en estar contigo, es en estar presente":- le dice una señora farandulera a su hija.

Y me desbordo.

Pienso en los tecitos no hechos, en los chocolates y regaloneos no dados, también en lo arretos por mis berrinches, por las veces en que no me dijiste "ya es tarde, estás más qué atrasada" a pesar de que fuera media hora anticipada a la que te hubiera pedido levantarme, de los regalos y salidas al mall que no existieron para relajarme y por algún taller deportivo o manual que me hubieras conseguido. Sé que te hubieras jactado de mi -aún (claramente) sin merecerlo- también comentar mis "terribles" pataletas y mal humor. Todas limitaciones, que me hubiera ganado, con tu sola mirada, cuando estuviera pasándome de la raya en reclamos. Sé, también, que me hubieras dicho la frase cliché (y regalada) "estoy orgullosa de ti". 

... y cómo me ha hecho falta escucharla aunque no he hecho nada, ni un ápice de lo que tú querías y creías que iba hacer.  La falta de tu voz ante cada sílaba me genera dolor, de ese penca, del que quema, del que te vuelve resentido, del que no se dominar.


Esto definitivamente no era el plan.

10 de abril de 2016

La libre competencia llega hasta que los taxistas les da la rabieta con Uber y Cabify. Como toda actividad hay que regularlo. Son cambios que vienen a transformar la industria. 


El 'problema' de la competencia es que simplemente sube la exigencias. La renovación del movimiento de los taxistas esta sujeta a una propuesta que se presente a la cartera de transporte, por ejemplo, rapidez, sustentabilidad, relación precio - calidad, redes inalámbricas, horas de descanso por jornada, el pago de una patente especial. No hay  estatutos, circulares, normativas o cualquier otro sinónimo de regulación de conductas para conductores.

La competencia debe ser regulada, con exigencias de entradas al negocio, de sus choferes, capacitación de primeros auxilios y hasta defensa personal.

9 de abril de 2016

Termine de escuchar un cover de Aterciopelados, 'Ojalá te vaya bonito'.   ¡Cómo me dolió escucharla! No, perdón, vivirla. Yo viví esa canción, la sentí cada sílaba, cada entonación, todo lo que salía de Andrea Echeverri lo deseé, de corazón, entrañas, piel, no sé, con dolor supongo.

No, no me quebraron el corazón sino el amor propio. Lo pulverizó de una forma tan tangible como en el banal acto de que no podía subir fotos de mi cara a Facebook, Twiiter o cualquier red social, no era digna. Miraba siempre al suelo cuando aparecían las mujeres por la cual me comparaba, y no volví a ver a los ojos aún hombre porque temía que me dijeran lo que él me decía. 

Si tuviera que transformar esos momentos serían como una roca negra,algo como una carboncillo que se deshace solo. Mi sensación era eso; quemada y desmembrada a cualquier intento de acto emocional.

Cierro los ojos y trato de recordar el sentimiento pero sólo esta vivo lo que  pasaba por mi cuerpo. El pobre no daba abasto, no podía. De alguna forma los últimas dos semanas mi cuerpo se había desdoblado de mi cabeza, de mi voluntad.

 No dormía y si lograba hacerlo tenía pesadillas, mis llantos eran diarios, no exagero si digo todos los días pero no ha todas horas, pues, casi las 24 pasaba callada pensando una solución para poder quedarme o retenerlo- a esas alturas era lo mismo- mi pelo se caía a destajos, cada vez que lo cepillaba una pelota del porte de pimpón eran mi resultado, mis ojos estaban destruidos,  caídos, morados y resecos y la sien siempre dolía, temblaba cuando lloraba o cuando lo pensaba, repentinamente sentía ahogos con sólo pensar en no poder tenerlo completo. No  sabía qué hacer, daba todo de mi y no lograba nada, me había alejado hasta de mi familia y aún así el no estaba. 

Releo y se ve obsesivo. Quizás, no sé, la verdad no lo creo. ¿Se puede describir como obsesivo la sumisión? Si es así, lo es y prefiero darle ese concepto si no...con mucha vergüenza digo que estaba sometida. De alguna forma ese era mi rol en la relación, venerarlo. No había nadie más inteligente, preocupado, víctima y creativo que él. Nadie más.   

Mi cabeza estaba dividida, había voluntad, la absoluta para poder seguir en el fallido plan de conquistar, que me eligiera sólo a mi pero mi cuerpo como nunca antes, ni siquiera en corridas largas o nados con tiempo, me acompaño. Llego el día en que supe que tenía que irme y cortar. Prometo que no quería hacerlo, porque al mirarlo lloraba de desolación, no podía imaginarme sin entablar conversaciones de todo lo absoluto con él, no podía imaginarme sin sus chistes o el humor negro, no podía imaginarme de nuevo hacer la señorita con filtro, la niñita 'correcta'. Había encontrar mi cómplice (o eso pensaba), al fin , estaba frente al hombre que me miraba a los ojos y sabía leerme, sabía que todo era rídiculo, desganado, poco seria, muy básico. Eso era lo de nosotros un consumismo ególatra y mirador en menos. 

No podía ocultar mi pena frente él, ni la somatización de todo lo que sentía.  La cabeza me estallaba, el pecho, el esternón- que es una cartílago- se inflamo con tanta intensidad que me costaba respirar, la sequedad en la boca era de todos los días, mis energías eran sólo para sentir lo dicho y mirarlo, nada más.

Lloraba por no poder hacerlo quererme y lloraba por tener que irme. Sólo lloraba.  

8 de abril de 2016

Gravedad.

Siento que soy muy seria o grave. Sí, quizás, la palabra exacta es grave. Mi opinión es firme; creo que todo esta superfluo, poco consolidado y rápido. 

¿Seré muy exagerada? (Suelo preguntarme eso). No quiero caer en el típico cliché de ser una persona tradicional o la jovencita bien porta. Juro que NO sé trata de las conductas que "esperan" que tengas sino, más bien, es que sólo se siente.

 Siempre me dio inseguridad que mi forma de ser se viera como una pose más que esencia. No me hago la lenta, la pava o una persona "buena" (o el prototipo que se entiende lo que es bueno o malo).

A lo que voy es que quizás espero mucho porque la vida avanza rápido, se siente rápido,se vive aún más. Y yo...quizás espero mucho, quizás me tomo las cosas muy en serio pero ¿cómo puedo evitar mi forma de ser? No sé puede, soy vieja o quizás me creo el cuento romántico que venden el las series pero ¿y? Necesito dejar de tener vergüenza por eso.