2 de noviembre de 2013

Hoy estoy feliz pero al parecer la felicidad no es la que creía . No es ese sentimiento extasiado, que te nubla sólo para proyectar deseos platónicos si no el cual miras tranquilamente, suspiras, piensas en lo que te hace feliz y sonríes. Estoy agradecida. De verdad lo estoy.

Eso fue a causa de un día de estar con él, solos en su casa, a veces con sus amigos ayudándolo a empacar sus cosas, eran las vacaciones de invierno, no nos veríamos en una semana, me di el permiso de "soltarme". Lo cuidé, ordené sus cosas, lo acompañé e hice todos los detalles que,¡pf!, las "parejas" hacen. Siendo sincera, y claro, sin decirlo así me sentía, mis pensamientos iban pa' alla'. Era lo obvio. Iba caminando, como nunca antes, muy tranquila.

Escribía eso tipo diez u once de la noche, sin saber que estaba con ella. Tocándola, queriéndola, susurrándole al oído. Regalándole su yo más real.

Luego, de decirme que la "estaba viendo",  vino esto:

Es gracioso eso de vincular estados con gente, lo que había escrito tenía de pertenecía como motor principal a él, porque fue precisamente él quien abrió la puerta para demostrar y mostrar que hay más. El problema fue que esa idealización de niña fue embelesada con ideas de amor , pareja, brillos y colores. Era eso lo que me hacía dar mi último suspiro,ese día,  y terminar de tomar consciencia aquel aprendizaje. Pero la vida no tiene punto, uno sigue  entendiendo y aprendiendo y mientras  dedicaba palabras felices y alegres a mi aprender con rostro de hombre, este besaba , enseñaba, reía y aprendía con otra, con todo su derecho con toda su libertad , lo que   quita de que me duela, me comprima y me nazcan heridas de forma fácil . No me quita nada tu libertad me esta enseñando aunque duela.

Todo fue cierto.De ahí como dije mis frases de maestros asiáticos me inundaron para consolarme, para tomarme y hacerme entender que: nada era seguro, eso era lo más seguro. Nada tenía, nada poseía,  por eso mismo, tenía todo y que debía tener la suficiente humildad para aceptar.

Acepte todo, claro que sí, pero nadie me dijo cual era el limite de aceptar, mentirle y mentirme. 

Nunca más lo toqué. Nunca más me abrí, nunca más quise sentirlo cerca. 

Lo detestaba, lo aborrecía, pero había algo dentro de mi que me insistía en quedarme. Era el miedo, el vacío. Había conocido mucho en poco tiempo y ya no me sentía sola, como era siempre.

con la L.

Me acabo de dar cuenta que desde hace cerca de tres meses (quizá un poquito más) comencé, terminé, celé, lloré, sentí, decidí, ignoré (trate), una 'relación' que sólo yo sabía.

Dándomelas de alguien "bacán", me dije, sin quererlo, claro, todo lo que debía hacer.  Puse hasta banda sonora (no, nunca tanto pero sí, casi) ha algo que sólo yo comprometí. 
Él, pobre, sólo miraba mi actuar raro de ir y  venir, mientras que desinformado de lo que pasaba sólo ocupaba el rol, que ambos acordamos jugar, el de amigos. Sea lo que sea que haya pasado los dos acordamos algo,  lo que yo no cumplí. 

El fácil se desligo del juego porque las reglas eran claras, pienso, a veces, que podría culparlo por  poca empatía pero ¿de algo vale si es que el todo lo dejo claro del primer momento?.

Odié tanto su sinceridad que la sentí personal, mientras afirmaba bellezas ajenas, a mi me aseveraba, según yo, en silencio fealdad. "Poquita cosa, poquita" :-susurraba el peor lado de mi mal hecha mente.
Mientras me contaba y detallaba idas y venidas, tanto, de su amante primera, catalogada así por ser  tanto física y espiritual,  y las otras de rápidos ires y venires, pan-pan , vino-vino y pa' la casa, yo sólo me quedaba con el rol periodístico-psicológico de  preguntar, actuar, e ironizar.

"Es que vale más perder un (mal) querer que a un amigo":- me decía, aunque, ¡mentira!, tampoco lo pensé así, lo único que mi maltratado ego gritaba (realmente gritaba) era "¿cómo pudo no quedarse aquí, conmigo, si soy algo muy bueno?".  

"Algo muy bueno" primero, como si fuera cosa y "muy bueno"  casi lo mejor, despreciando al resto.  Pero, vamos, confío,  tú que lees, sólo  tu puedes saber como se siente cuando  pisan tu máscara, tu ego-bonito-mentiroso-maldito,  el que te han/has hecho creer lo que eres.  

Por no recibir respuesta de lo que tu máscara mostraba, como no opto por mi, (cosificándome de todas las formas posibles,sí, lo sé, claro que lo sé), entonces, al contrario, eso significaba que no era  ni tan inteligente, ni tan bonita, ni tan interesante, ni tan, ni tan,ni tan. Ego,puto,ego como me comía. Lo describo como ese ardor de sacarse los cueritos de los dedos pero con pedazos más grandes, más sintientes.

Era indigno todo, ¿no?. Me volví una cosa que no fue escogida y por no serlo eran una cosa fea y poco interesante. También agregaría tonta, pero ya de raíz, las cosas no tenemos inteligencia. Que locura. La carencia de inteligencia debe ser lo más criterioso que he escrito hasta aquí.

Sigo: como yo, al igual que Aristó, poco sé, creí que quería quererlo, poseerlo, quería estar rápido y de todas las formas posibles con él. Todas. Entonces , aquí,  podrías ayudarme, mucho, si te imaginas el libro del kamasutra, y nunca tanto como la contención emocional, esa no sé porque,ya, la tenía, nunca entendí como se dio tan rápido. Y ni tampoco sé como habrá sido con su amante primera, y tampoco quiero saber, (la máscara esta guardada bajo siete llaves, pero yo tengo las siete y es muy tentador sacarla, entonces creo que es mejor no provocar.)

Entonces por eso en este instante me corrijo, él, mi amigo, se abrió conmigo porque lo hacía sentir bien, no creo que haya tenido algo especial, sólo no lo juzgue, es cosa de energía, y si lo tangibilizo de esta manera, mi conocer de él, toma más sensatez. Los amigos se conocen. (tranquilo, egito, no es que seamos tan bacánes)

Quería estar con él de las mil y unas formas, realizar todas las  fantasías, todo los viajes, toda la música, todo el aire, todas las miguitas de pan, sólo porque había algo muy fuerte en mi. Algo muy alejado de los libros o mi lógica. Simplemente quería todo, así de simple. Todo con él. Todo.  Ya no quería limites y estaba dispuesta a saltarlos. 

(Quizá, pienso, que es bueno comentar que venía saliendo de la nada y de un vacío, de un año muerto, de un 2012, ni siquiera triste, si no famélico en emociones. La fobia social había logrado capturarme y encerrarme. Me daba miedo hasta saludar al conserje. Fue un golpe sentirme tan muerta, para sentirme tan viva)

Todo... hasta que me dijo que él había vuelto con ella, con su amante primera. No me dijo que la quería, no me dijo que la encontraba  linda, no dijo que la necesitaba, no me dijo que quería estar con ella...otra vez. Pero sí. Todo lo dijo con esa frase. Y, al revés, dijo todo lo contrario de mí. "No era suficiente".

Yo, que nunca me había entregado, me iba a entregar yo que negué todas mis heredas,  quería mostrarlas  hasta las físicas y las que  quedaron marcadas, me  disponía a soltar y dejar todo, quería que estuvieras en mí, en mi cuerpo, en mi alma, en mi dolor de...


"¿te molesto, lo que dije?"
"¿ah?, ¿qué?"
"¿si te molesto?"
" jajaja ¿por qué tendría que molestarme?"
"porque...tu sabís"
"no, o sea, me sorprendió. "

Olvido, siempre olvido, que vivo y siento más en mi mente que a fuera.  Uno de mis peores defectos, una parte de mí realmente creía que el sentía lo que yo sentía, era obvio, claro es que "sentía demasiado" para que el mundo no se diera cuenta.  Pero no el estaba ahí diciéndome que la comenzó "a ver"


"A ver, a ver, a ver, a ver, a ver". Tenía ganas irme, salir corriendo y dejar en silencio esas dos palabras en mi cabeza, para luego volver y preguntarle "¿qué tenía de malo?" pero no sólo guardé silencio. Mi silencio a fuera son gritos a dentro.
  
"Nosotros podemos seguir siendo amigos y eventualmente eso no quita que podamos estar juntos":- con su voz de campeón, el barsa, proponía.  Sé que lo sentía, y esta vez no habla mi ego herido, sino que era un hecho, mi compadre estaba cortando el "queque" como quería.

"pucha, si po', no sé po', si da ganas, si igual, somos amigos eso es prioritario. Era obvio que nos confundiríamos"
"...sí po', obvio,ya, bacán"

Fue mi primer crack.

 Antes de eso, le tenía de regalo  fracesitas estilo Osho dedicadas, una bolsa de dulces y un juguete de lo que fuera. El juguete lo regale, los dulces se lo di a mi vecino pequeño y la frases de Osho comencé a re analizarlas... para mí.