Porque la vida siempre había sido patética.
Siempre se sostuvo de bases ajenas a lo que podría configurar ser una buena persona. Se ligo a la 'mirada' de los demás, de algún escalafón económico superior que, de vez en cuando, escalaban sus productores o de palabras extras que la aseguraban, de esa 'gente' aparte que la resguardaba.
Ya se había muerto. Muerto hace tiempo. Hasta a veces quizá nunca nació. Su tonta mente, escurridiza y curiosa, quiso salir a dar una vuelta al mundo tangible, se metió en un cuerpo, y fue cazada Nunca la parieron, nunca estuvo en los meses necesario para partir en ese mundo tan raro, no fue prematura, fue un feto mental muerto en cuerpo vivo. Y ahí se quedo. Encerrada, Con ganas de salir, de revolotear por ahí, pero la frontera corporal ha sido la cárcel más grande que pocos de ellos se debe imaginar.